Un godello con tanta identidad se expresa luminoso, amarillo claro, con reflejos verdosos.

Su nariz es intensa y franca, de marcada personalidad, la variedad que en un principio nos habla de frescura destacando los prescriptores herbales ( boj, verbena…) que dejan paso a la fruta y que con el tiempo en botella adquirirá complejidad. Frutosidad de manzana, lima y pasión, matices tropicales que con la maduración nos muestra hinojo y melocotón. Al atemperar se abren paso los florales, esas flores silvestres de comienzo de primavera, verdes, coloristas y con el color de Galicia, el amarillo “toxo”, “xesta”.

El gusto, sigue mostrándonos un vino intenso, estructurado, de gran cuerpo, la frescura del pomelo, lo goloso de la fruta y sedosidad, amargoso final, envolvente, con pinceladas minerales.

En definitiva, potencia, estructura y frescura. Un vino casi eterno que se crece, más si cabe, en buena compañía.

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Cata de Mercedes González Rodríguez

Sumiller y experta en análisis sensorial

AEPEV y FIJEV, Pdta. de cata VITISLUCUS desde 2005, Directora de “De Tal Cepa Tal Vino” en Gastroradio, Directora Técnica de diariodevinos.com, colaboradora de “Cepas y Vinos” y Gerente de MEmbajadora, entre otras facetas

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